1907 - 1919: La conquista de América

Jemina & Battaglia y Ledoga, líder de la naciente industria del tanino

Nombres centrales en la historia del Grupo Silvateam, Jemina & Battaglia y Ledoga son las empresas que, entre los dos siglos, dominan el panorama de la industria del tanino en Piemonte y en Italia. Habiendo comprado la fábrica de Corsaglia (1854), Jemina & Battaglia en pocos años se había ampliado, con otras 3 sedes en la misma área de la provincia de Cuneo: Pamparato (1856), Frabosa (1872) y Mondovì (1906). Ledoga, por otro lado, habia nacido en Susa (Torino), en 1868, por iniciativa de Roberto Emilio Lepetit, Alberto Dolfuss y Augusto Gansser (de sus apellido el acrónimo todabía hoy marca comercial de muchos productos Silvateam), que en pocos años hicieron de ésta el principal productor de extractos tánicos en Italia, capaz de crecer en los próximos 50 años con 5 nuevas plantas.

Las dos empresas gozaban del excepcional crecimiento de la industria curtiente piemontesa, entonces una de las más evolucionadas del mundo, que rápidamente sustituyó al textil como principal mercado de salida de las fábricas de taninos. Bajo la guía enérgica de Carlo Giuseppe Battaglia, que en 1913 asumió como adminitrador delegado del Grupo, y del hijo, el ingeniero Andrea, Jemina & Battaglia dio curso a una serie de importantes aleanzas e inversiones.

Una estrategia que, en el curso de un trentenio y a través de un importante acuerdo de distribución firmado en 1915 con Ledoga, la llevó a ser uno de los principales productores de tanino del mundo.

Argentina es la nueva frontera: se construye la planta de La Escondida

Mientras tanto, en 1904, en Buenos Aires, Carlos Noetinger fundaba con Roberto Emilio Lepetit, Noetinger & Lepetit, con el propósito de exportar madera de quebracho a la fábrica Dufour & Lepetit de Sampierdarena (Genova, Italia), dónde éste se transformaba en tanino. Otorgada por el gobierno argentino una concesión por 120.000 ha de monte en la provincia de Chaco, la La empresa comenzó exportar la madera argentina, cuyo extracto era cada vez más requerido por una industria curtiente que ya se encontraba entre las más relevantes de la naciente industria italiana.

En 1925, como consecuencia de la prohibición de expotar de Argentina madera sin procesar, se contruyó la fábrica de La Escondida, todavía hoy uno de los principales centros productivos de Silvateam.

Otras empreas siguieron los pasos en la misma década, creando aquella industria del extracto de quebracho que puso los cimientos de la primera colonización en el norte de Argentina. Una industria que, entre otras cosas, tenía números considerables: construída para una capacidad de producción de 8.000 t/año, la fábrica de La Escondida contaba en esa época con dimensiones mucho más importantes que las homólogas industrias italianas para la producción de castaño.