Árbol del Pan
Sostén a las economías montanas
Es una relación antigua y simbiótica aquella que une presente y pasado de la industria del tanino a la historia socio-económica de muchas provincias montanas del norte y del centro de Italia. Valles ubicados en un área geográfica amplia, que desde de Piemonte y Tocana abraza una buena parte del pais, y en las cuales la vida de comunidades ha girado por siglos alrededor del cuidado y el cultivo de castaño.
Una presencia tan central para la supervivencia cotidiana de poblaciones enteras que esta especie ganó el mote de "árbol del pan", principal recurso económico para contextos comunitarios que, de generación en generación, se han transmitido técnicas de cultivos, tradiciones y prácticas de cosecha y consumo, al punto de llevar a muchos historiadores a hablar de “civilización del castaño”.
Los bosques de castaño y sus frutos han representado un elemento importante para la subsistencia de las comunidades montanas. Sus frutos, de hecho, han sido por siglos la principal fuente de alimentos, mientras que el aprovechamiento de la madera ha permitido el desarrollo de una economía local basada en aplicaciones como su uso como combustible, o la provisón de madera para la realización de muebles, utensillos, cestería.
A partir de 1850, a estos usos se agregó el de la extracción del tanino y el trabajo en los bosques se relacionó al abastecimiento de las fábricas surgidas en estos mismos valles. Industrias cuyo gradual crecimiento ha contribuido en forma determinante a la conservación y al desarrollo de hilanderías posibles solo a partir de una gestión eficiente de los bosques.
Una presencia todavía más importante en las largas décadas que, a partir de la segunda posguerra, han señalado el abandono de los valles montanos de enteras regiones y la profunda fase crisis vivida por economías agroforetales también antiguas como la misma castanicultura.
Es lo que sucedió en muchos valles montanos de Piemonte y Toscana, dónde la presencia de realidades industriales como Silvateam ha competido en principio con la conservación de actividades basadas en la gestión forestal y luego ha incentivado aquel revalúo de la montaña y sus recursos que a partir del último cuarto del siglo XX, fue acompaño por un reflorecimiento de la castanicultura.
Actualmete, aunque la importancia del cultivo haya progresivamente disminuído, el “castanetum” es y permanece un importante recurso agroforestal, tanto por su amplia distribución territorial, como por su insustituible rol ambiental y económico. Junto a la de los frutos, la producción de madera incentivada por la industria de los taninos es en efecto, fundamental para el rol que tiene en términos de desarrollo sostenible del territorio y de conservación de los ecosistemas locales.